La empatía y la compresión en esta casa se han debido de escapar por las ventanas. Es lo malo del verano, el calor te agobia, abres las ventanas y el raciocinio se va. Yo soy más de bajar las persianas, me parece una mejor solución para que el calor no entre y permanezcamos todos en calma. Ya sabía yo que tenía espíritu de secuestradora. Tened cuidado.
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