Es que no estás a la moda.

¿Por qué esa necesidad de contradecir la corriente? ¿Por qué nos sentimos más molones (viejunismo) diciendo que lo de antes era mucho mejor, cuando la esencia de todo ser humano ha sido evolucionar a través del tiempo? ¿Por qué criticamos las actuales modas?

Si siempre hubiéramos rechazado las nuevas modas, nadie utilizaría teléfonos móviles u ordenadores y nos estaríamos perdiendo lo útiles que son. Puede que a algunas modas no le veamos utilidad alguna, como es la moda de llenar las redes sociales con selfies, pero tal vez no nos hemos parado a pensar que gracias a que a alguien se le ocurrió la idea de colocar una cámara en la parte frontal de un móvil, una persona harta salir en las fotos de grupo del feisbuk con cara de fiesta de Halloween, de que sus amigos le manden sacar las fotos y no salir en ellas porque les estropea su buen feng shui, o de tener un gran montón de álbums enterrados en el jardín delantero de la casa por miedo que al abrirlos invoque al mismísimo satanás. 

Y sobre todas las cosas, una persona harta de que por culpa de su infotogeneidad (me lo he inventado, ¿verdad?) tenga que poner de perfil su maravilloso ojo, porque reconozcámoslo, ninguna persona que salga bien en las fotos sube a las redes una de su ojo (si no me creéis mirad cuantos contactos en vuestro WhatsApp lo tienen). Bien pues a lo que iba, a esa persona el mundo selfie le ha cambiado la vida, porque el no ser fotogénico no está reñido con ser guapo o guapa, esa persona está contenta con la vida, se siente orgulloso y se llena el autoestima cada vez que ve un like más en su foto, ¿y tiene algo de malo?.

Las modas están por algo, son movimientos que convencen a la mayoría de las personas, y como dicen los de los anuncios: ''dos cuchucientos de personas no pueden estar equivocadas''. 
El tenedor que enrollaba los espaguetis automáticamente no llegó muy lejos, a pesar de que lo modificaron y tunearon para que se viera más. Hay cosas que funcionan y hay cosas que no, y si te gustan ¿por qué no acogerlas en tu día a día?.  No os estoy instando a que sigáis todas las modas que veáis (como la del balconing) si no que cojáis aquellas que os gusten y no las sufráis en silencio solo para no ser como el resto, porque cada persona es distinta aunque lleven la misma camiseta.

Si os gustan los pantalones de campana, ¡adelante con ellos!. Si os apetece sacaros una foto con un palo selfie, sacadlo con orgullo, no medio encogidos en una esquina. Si te gusta cambiar el color de pelo del rojo al verde, y luego al tutifruti, ¿a qué esperas? qué más da que toda tu clase lo lleve así, tú eres tú (cómo tú no hay dos)... y seguro que te queda mucho mejor que a la compañera de al lado.

Psdta: hacerse un blog ya no se lleva.