Junio y empiezan las fiestas

 Este sábado logré escaparme un rato de los apuntes con La leonera de Iván y Carpe Diem (Click para ver blogs) a las fiestas de barrio de turno.

Puede que mis ojos estén muy brillantes en algunas imágenes, pero prometo por mi camello que no consumo ninguna droga. ¿Camello? quería decir perra, si, mi perra Nany.

Todos los años me pasa lo mismo en estas fiestas, me aburren un montón y nunca lo recuerdo para no picar cada vez que el trío calatrava provoca a acudir, por lo que tras insistir (no mucho, la verdad) conseguí convencer a la pandi para ir al McDonalds sobre las dos de la mañana a por patatas, si es que están tannnnn buenas que las adopté como ligue de la noche.

Y al final resultó una noche de lo más entretenida (todo mejora con patatas).

La música no resultó ser tan mala como me esperaba, aprendí a dar dos pasos sin dejarme los talones en alguna de las miles botellas de alcohol que había por el suelo y vi a hombres que casi podían competir contra mi en asuntos de pechonalidad, tienen que dejar las hormonas, eso ya no es un ciclo sano.

¡Si es que ya no estoy acostumbrada a las fiestas de ''prao''! ni a los especímenes que sueltan a estos eventos.

Lo mejor de todo es que tengo tooooodo el verano para volver a acostumbrarme.